Con los ojos, los labios constituyen el elemento que refleja más intensa y claramente el estado de ánimo y los sentimientos. El gesto global del rostro se define, fundamentalmente, por estos dos motivos: la mirada y el rictus que conforman los labios. Se puede afirmar que a una persona la caracteriza, en gran medida, sus labios; y no sólo en aquellos estados de ánimo tan notables como la risa y el llanto, sino en otras muchas ocasiones. Por ello, el dibujante deberá aprender a identificar y reflejar fielmente estos estados de ánimo que con tanta fuerza expresiva manifiestan los labios.
De nuevo nos proponemos representar de frente y de perfil una parte significativa del rostro, en este caso los labios. Partiremos también de un encaje, que ahora de una cierta simetría.
A partir del encaje inicial comenzamos a entonar el dibujo, aún sin matizar los tonos, pero buscando un ajuste más concreto de las diferentes formas y volúmenes que presenta el modelo que tenemos delante.
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